Los famosos caramelos de violetas, llaman la atención tanto de niños, como de adultos. Ya desde sus inicios no dejó indiferente a nadie y como curiosidad decir que el rey Alfonso XIII se los regalaba a su esposa y a su amante, que eran grandes apasionadas de estos pequeños caramelos.
Desde 1915 lleva abierta la tienda de dulces más típicos de Madrid, La Violeta. Un pequeño local, situado en la plaza de Canalejas 6, es uno de los más frecuentados en la zona de Sol.
Dedicada a la elaboración de bombones y caramelos, lo que más llama la atención son sus pequeñas violetas, se trata de un caramelo de pequeño tamaño que no alcanza los dos centímetros y que posee una forma de violeta de cinco pétalos. Está aromatizado con esencia de la flor y posee un color violeta que le hace agradable a la vista. Pero además del pequeño caramelo, destaca otro dulce típico de esta antigua bombonería: la violeta natural escarchada, hecha de pétalos de flor con azúcar. Efectivamente, suena extraño, pero una vez que los pruebas no puedes conformarte solo con una.
Nosotros hemos utilizado los caramelos y los pétalos para elaborar ésta semana un petit four o dulce para el café al terminar el menú degustación. Hacemos una nube de violeta con el caramelo y después lo bañamos con chocolate fundido Valrhona 70 % cacao y lo terminamos con pétalos de violeta caramelizados.
Aunque tienen un sabor especial, que no a todo el mundo gusta, a nosotros siempre nos ha encantado y nunca somos capaces de comernos sólo una, detrás vienen 2, 3, 4, 5…